En el mar y en el oleaje siempre hay algo onírico, un viaje que responde a los caprichos lunares. También Endimión fue presa de la luna, y así acarició a Selene, ya no sólo con sus ojos (incluso esta vez decidió cerrarlos).
Sin buscar nada en específico me encontré un correo olvidado y al mismo tiempo el trabajo del fotógrafo Alfred Stieglits, después... a mi misma. Vi a Ellen Morton, en una foto del año 1914 en el Lago George. La vi y ella era YO al menos para mí, esta mañana.
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