El cambio de horario en la ciudad es algo inminente y para llevarlo de una forma menos dramática es importante el disfrutar el día/la noche antes de que “perdamos” una hora de sueño/acción; para hacer llevadera la tarea he elegido una joya “doble” hábilmente compuesta en dos partes, se trata en realidad de una secuencia en la que se funde el tiempo y que invita a soñar dormidos y despiertos, accionar/reposar, pensar/debrallar. Un pensamiento que puede servir de inspiración para buscar el equilibrio en un mundo sin orden.
nightdreaming/daydreaming, Rollercone, 2001, Sirkus
Después:
Noche, la ausencia de sueño nos provoca por un instante pensar a dónde se irá esa hora.
Antes:
Día, el sol lo domina todo y por un instante piensas a dónde se irá esa hora.
viernes, 19 de marzo de 2010
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