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El cine más transgresor termina por remitir a seres humanos anónimos que durante los sábados por la noche dedican múltiples horas a fundir sus recuerdos en la ficción que terminará por volverse parte de la realidad en las formas más insospechadas. En esos silenciosos momentos de post madrugada la mejor compañía es esa película que aterra en igual parte por ser francamente mala, grotesca o excesivamente compleja.
Angustia es un ejemplo de cinta pérdida y surrealista que sin lugar a dudas atrapa la atención del espectador y lo invita a sumergirse en esos mundos en que cineastas como Guy Maddin, David Lynch o Gregg Araki han decidido pernoctar de forma permanente.
Dirigida por Bigas Luna (Barcelona, Marzo 19, 1946) realizador que ha experimentado el cine más allá de los géneros convencionales, ofreciendo sus primeros estelares a actores tan reconocidos ahora como Javier Bardem y Penélope Cruz; la cinta se destaca por saber permear a los espectadores de un sentimiento de pánico, casi de forma instantánea que no te deja ir, incluso al término de la cinta hay sorpresas que nos invitan a cuestionos la naturaleza de la cinta, en definitiva es tan vanguardista como olvidada.
La trama inicia con un peculiar asesino serial que influenciado por su madre se dedica a “robar los ojos de la ciudad”, la historia de ahí mutará hasta un pequeño cine en una comunidad de ¿Texas? en donde descubriremos a un grupo de personas viendo lo que resulta ser la película que creíamos estar viendo en un inicio. De esta forma se fundirán realidades, miedos y obsesiones. No contaré más para dejar que el señor Luna hipnotice a los incautos que caigan en sus manos.
Ir al cine solo jamás volverá a ser lo mismo.
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